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martes, 7 de abril de 2009

Resumen Senior Femenino: Tabirako 65 - 59 Tabirako

Se desplaza el Senior Femenino hasta Durango para disputar su último partido de la segunda fase, esa en la que las de Arnaiz y Sanchez consiguieron hace días salvar la categoría, y lo hacían con la única motivación, que no es poca, de tomarse la revancha ante un rival que en el polideportivo Zazpe se llevó la victoria por tres puntos.

El equipo acudía dirigido por Mikel García, entrenador del Junior Femenino, ya que los "coach" oficiales tenían compromisos ligeros con sus equipos. Para el partido García contaba con dos de sus jugadoras, Araitz Diez y Garbiñe Magunagoicoechea, con el objetivo de dar mayor profundidad a un banquillo que seguro que sufriría desgaste ante el ritmo de las de Durango.

Comenzaba el encuentro con un toma y daca. Las de Paúles tenían la consigna de conseguir parar el balón lo más arriba posible para poder frenar sus contraataques. Cerradas en defensa, conseguían fortalecer la zona y no permitir canastas fáciles, pero por el contrario las locales acertaban desde fuera.

Poco a poco Tabirako conseguía una renta aproximada de 8-9 puntos que se llevarían hasta el descanso.

La segunda parte comenzó con una clara consigna para las locales. Mantener el orden en ataque y buscar la mejor opción de tiro, sin precipitaciones. Ante la presionante defensa local, las chicas de Paules buscaron penetraciones duras a canasta. En este momentó destacó Nerea Tamayo, con 6 puntos casi seguidos que pusieron a su equipo a cuatro puntos.

En ese momento, las visitantes dieron una clase de como no se deben defender los bloqueos directos y continuaciones, permitiendo 6 puntos casi seguidos con los que las locales se volvían a escapar.

Al final, nadar para morir en la orilla. Se volvió a apretar en defensa pero el bonus y favor de Tabirako y que los partidos tienen un tiempo estipulado no permitieron hacer realidad la remontada.

De todos modos quedaron sensaciones positivas de cara a la inminente Copa Senior Femenino.

Los minutos de Araitz y Garbiñe, que aportaron un plus de intensidad al reducido banquillo de las nuestras.

La defensa del resto del equipo, que aunque no se sincronizó con un buen ataque, fue intensa y nunca se rindieron.

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