Cuando hablamos de Paúles, hablamos de un club de baloncesto amateur, un club de colegio. Cada día, decenas de niños y niñas entrenan en sus patios con el objetivo de cumplir sus sueños y llegar a lo más alto. Sin embago, no todos tienen la oportunidad que tuvo nuestro protagonista de hoy.
Hoy conocemos a Carmelo Martinez, jugador forjado en la cantera paulina con un gran bagaje en el baloncesto nacional de los años 80. Cada vez que puede se pasa por el patio y le encanta ver que la esencia del Club sigue intacta.
- Para el que no te conozca, ¿Quién es Carmelo Martínez?
Nací en
Barakaldo, concretamente en Lutxana, en 1961. En mi infancia siempre he vivido por la
zona de Sta. Teresa (cerca del colegio Paúles). ¿Cosas del destino?
- Desde Barakaldo hasta Castellón, ¡ menuda trayectoria !
Si, la verdad que he tenido la suerte de poder competir en sitios y equipos distintos, lo que me ha proporcionado siempre un gran aprendizaje y un montón de buenos recuerdos.
Trayectoria deportiva de Carmelo Martinez:
- Temp. 77-78: Paúles (Juvenil) Empiezo con 16 años.
- Temp. 78-79 hasta 80-81: Paúles (Junior y 3ª División)
- Temp. 81-82: Oviedo (2ª División) Servicio Militar.
- Temp. 82-83 y 83-84: Oviedo (2ª División)
- Temp. 84-85: Caja Bilbao (1ª B – LEB Oro actual, para los más jóvenes)
- Temp. 85-86: Tizona Burgos (1ªB)
- Temp. 86-87: C.B. Paúles (2ª División)
- Temp. 87-88: Patronato de Bilbao (2ª División)
- Temp. 88-89 hasta 92-93: TAU Castelló (2ª División y 1ªB)
- ¿Cómo empieza tu relación con el baloncesto y con
Paúles?
Mis primeros
contactos con el mundo de la canasta fueron en el colegio de los Hermanos de la
Salle, donde estudié. Desde los 8 hasta los 14 años recuerdo las patxangas
con los amigos en dicho colegio y en el polideportivo de Gorostiza.
Mi primer
contacto con Paúles fue tardío, a los 15 o 16 años en edad juvenil, en el año 1977. Entonces existía la categoría
Juvenil. El entrenador de aquel equipo era Txus Intxausti, y la verdad es que
fue una suerte comenzar con él a entrar en la dinámica de un club y un equipo
donde para mí era todo nuevo.
Yo había hecho hasta entonces “baloncesto de
calle” con los amigos y en el colegio. Txus en ese sentido es una persona muy
cercana y muy dialogante, y tengo un recuerdo espectacular de ese primer año.
- ¿Cómo fueron esos primeros años como
jugador de Paúles?
Lo primero
que me viene a la cabeza es la gran cantidad de horas que me tocó invertir. Al
haber entrado en el club con 16 años, mis compañeros dominaban muchas facetas
del juego donde yo estaba aún muy verde. Me tocaba doblar o triplicar
entrenamientos con otros equipos del club: Junior, 3ª División…, e intentar
ponerme al día del ritmo que requería la competición.
Tengo grabada en la mente
la imagen de entrenar con Pedro en sesiones matinales de pesas. “El cuarto
verde” era nuestro gimnasio improvisado, y recuerdo subir y bajar con las pesas
las escaleras que unen los campos de basket de la parte de arriba del colegio
con el campo de fútbol que está en la zona inferior.
- ¿Qué me dices de los entrenadores que había en Paúles?
De Txus Intxausti ya
te he hablado un poco, y solo puedo decir cosas buenas de él. Me parece una
persona espectacular, un buen tío.
El año con
Luisfer Gonzalez en 2ª División también fue genial, creo que supo gestionar muy bien un equipo
que debutaba en la categoría y logró ser muy competitivo.
Y Pedro
Aramberri creo que siempre fue “el alma del club”. Si Paúles era respetado en
toda la comunidad se debía a que Pedro selló a fuego ese ADN inconformista,
rebelde y combativo de un club de patio de colegio que se hacía respetar, y
todos los equipos que nos visitaban sabían de antemano que iban a sufrir … ¡ y
mucho !
- Nada más llegar ya formabas parte de la plantilla que ascendió a 3ª División, junto a clásicos como Javi Celada, Javi de María, el propio Txus Intxausti ...
Esos años en
3ª fueron como hacer un máster avanzado para un jugador joven como yo, con 18 o
19 años. Jugadores como Santi González, Julio de la Fuente,
Javi Celada, mi hermano Txiki, Javi Bilbao, Txus … a mí solo me quedaba ser como una
esponja e intentar aprender de la manera más eficaz posible.
Y en el
banquillo… ¡ Pedro! Que nos exprimía a todos hasta límites insospechados. Una
exigencia que con el tiempo agradeces, y te das cuenta de que era la mejor
manera de progresar y ser competitivos.
- Juegas en Paúles un par de temporadas en 3ª División.
Bueno,
bueno… ¡ Imborrable ! Recuerdo perfectamente la imagen del campo exterior del
colegio un domingo a las 12 de la mañana. Todavía no estaba construido el
pabellón actual. Ya conocéis por fotos la imagen de ese campo, rodeado de
gente, con un ambiente increíble donde aquellos duelos con equipos guipuzkoanos
y navarros eran memorables.
Jugábamos sobre asfalto, y después de un fin de
semana donde en ocasiones doblaba 2 o 3 partidos, el domingo por la tarde… no
me podía mover… ¡ reventado !
- Tras tres temporadas en Oviedo, en 1984 vuelves a casa y fichas por el Caja
Bilbao.
Así es. Venía de jugar 3 temporadas en
Oviedo (donde cumplió el servicio militar). Fue un año espectacular, tengo un gran recuerdo de Iñaki Iriarte como
entrenador, muy intenso. Grandes compañeros como Cuadra, Davalillo, Beto, Sesé…
La pena es que después de toda una liga regular de 28-30, subían 3 equipos
directamente a la ACB, y quedamos cuartos, empatados a puntos con el tercero.
Nos quedamos a las puertas del ascenso.
- Y en 1985 fichas por Tizona
Burgos.
También en 1ªB. De entrenador teníamos a J.A. Pesquera, tácticamente muy
bueno, y sabiendo equilibrar el equipo y hacerlo muy competitivo. De compañeros
Porfirio Fisac, Jordi Hons, De la Fuente y Howard Wood, entre otros.
Buen
ambiente en el equipo, pero con el hándicap de que teníamos una junta directiva
poco profesional, y en aquella época el baloncesto ya caminaba de manera muy
organizada.
- ¿Se puede considerar que fuiste
el primer jugador del club que llegó a ser profesional?
Yo he tenido
compañeros en varias épocas con unas condiciones increíbles para triunfar y
haber llegado lejos. Pero es necesaria esa pizca de suerte para estar en el
momento adecuado en el sitio adecuado.
Lo que tengo
claro es que me puedo sentir un privilegiado, al haber tenido la suerte de
salir de casa con 19 años y disfrutar de los mejores años de mi vida… hasta los
32 años que lo dejé haciendo de mi
pasión mi profesión.
Y por ello
debo estar agradecido a todo lo que me dió en mi etapa de formación PAÚLES.
- ¿Cómo recuerdas aquellos años fuera del colegio?
Fueron unos
años de un aprendizaje constante. Yo salía de un club con una “filosofía muy
amateur” y rápidamente me debí adaptar a equipos de capitales de provincia,
como Oviedo, Bilbao y Burgos, donde el nivel de exigencia es mayor, estás en la
prensa a diario, mucha dedicación (entrenamientos de mañana y tarde), y con sus
momentos buenos y no tan buenos. Pero tratando de sacar siempre experiencias
positivas.
- ¿Qué diferencias había respecto a un club de colegio?
Recuerdo viajar con el Caja Bilbao a Valencia o Tenerife a hoteles de 4 o 5 estrellas, disponíamnos de material de todo tipo para entrenar…
Era
otra época y en el baloncesto de los 80-90 existió un “boom” de patrocinios … Los clubes de aquella época disponían de unos medios económicos
que, por desgracia, hoy en día no existen. Detrás de todo esto había sponsors potentes
como cajas de ahorros y entidades bancarias.
- En la temporada 86-87 vuelves a
Paúles para disputar la 2ª División, tras el ascenso de la temporada anterior.
La recuerdo
como una de las experiencias más bonitas vividas a lo largo de mi trayectoria
deportiva.
El partido (frente a Caja Bilbao) de celebración por el
ascenso de la temporada 85-86 ya fue impresionante. ¡ Cómo estaba el pabellón ! ¡ A reventar !
Y la temporada siguiente continuó en la misma línea. Los
partidos del domingo a las 12 en el pabellón ya cubierto y ambientazo en las
gradas. Un recuerdo imborrable.
Todo ello
fue posible gracias al trabajo en la sombra de personas como Zazpe, Tasio,
Ramón, Pedro… Un trabajo impagable.
- Y después vuelves a salir …
Sí, tras la
temporada 86-87, donde creo que deportivamente tocamos techo y estuvimos cerca
de poder ascender, la verdad es que fuimos muy competitivos.
Recibo una
oferta de Patronato-Bilbao y juego allí una temporada, antes de viajar a
Castellón y donde, tras jugar 5 temporadas, entre 2º División y 1ªB, en el año
1993 se acaba mi vida deportiva.
- Los Martinez, una saga de hermanos de gran
trayectoria: Cesar, Rodolfo, Txiki…
Bueno… Hubo
una temporada que, además de los 4 hermanos, mi hermana Marta también jugó en
Cruces en el equipo femenino. Éramos 5 hermanos jugando a la vez, imagínate qué
lavadoras ponía mi madre …
La verdad es
que fue una época muy bonita, y muy gratificante a todos los niveles.
- Tuviste la suerte de jugar con Txiki y César en Segunda División ...
Fue una de
las temporadas más completas, tanto a nivel deportivo como personal. Jugar con
mis hermanos resultaba muy sencillo, ya que al conocernos tanto, era cuestión
de potenciar nuestras virtudes y enmascarar nuestros defectos.
El ambiente
dentro del vestuario era espectacular, y es una de las temporadas de las que
tengo un recuerdo más grato.
- ¿Cómo les definirías como
jugadores?
Txiki era el
mayor, un jugador durísimo, muy intenso. Había que pelear cada rebote con
él a muerte. Sus codos hacían muchísima “pupa” y no era nada fácil tener que
defenderlo en cada entrenamiento.
Rodolfo quizás fue el que menos años jugó en el club por cuestiones profesionales, pero
recuerdo su ímpetu, sus ganas de aprender y su intensidad, sin límite.
César yo
creo que era el mejor dotado técnicamente de todos nosotros. Tuvo la ventaja de
comenzar antes en equipos de formación, y por ello adquirió buenos fundamentos,
excelente técnica de tiro, y también era un buen defensor. Un base alto para
aquella época, donde les sacaba la cabeza a los demás bases.
- En Paúles siempre se ha arrimado
el hombro, y tú también fuiste entrenador.
Ese era otro
de los grandes aciertos de Pedro Aramberri. Siempre trataba de implicar a los
integrantes del club en labores para la mejora integral de todos. Yo con 18-19
años ya llevaba equipos de formación, alevines e infantiles.
Me apasionaba
esa labor. He asistido a muchos clínics de formación y te das cuenta de los
grandísimos entrenadores que había en aquella época, y se respiraban ansias de
aprender y de formarse. De hecho yo con 22 años ya obtuve el título de
Entrenador… entonces Nacional, luego Superior.
- ¿Cómo recuerdas el baloncesto que
se jugaba en aquella época?
Creo que
existían grandes diferencias. Hoy en día el basket es mucho más físico, y l@s
jugador@s son verdaderos atletas. No me gusta que esté todo tan sistematizado y
se deje poco margen a la toma de decisiones del jugador.
Conozco entrenadores
que saben que sus jugador@s se botan el balón en el pie pero tienen 18 sistemas
de juego, y conociendo ese déficit de fundamentos individuales no hacen nada
por mejorarlo. Ese era el mérito de entrenadores como Pedro Aramberri o Iñaki
Iriarte, siempre anteponían la mejora individual mediante el trabajo de
fundamentos técnicos.
- Un tipo con tanta trayectoria,
¿qué compañeros recuerdas con especial cariño, tanto de Paúles como de fuera?
Recuerdo la
primera época en Paúles, compañeros como J.A. Tobalina, los “Javis” Celada y
Bilbao, y un recuerdo siempre especial para Santi González: buen compañero,
siempre dispuesto a ayudar, a hacer vestuario… Un crack.
De la
segunda época, temporada 86-87, guardo también un recuerdo imborrable. Fue un
vestuario que era como una pequeña familia, todo el mundo aportaba, y nos
llevábamos en lo personal de cine. Eso se vió traducido en el trabajo “del día
a día”, y nos hizo un equipo supercompetitivo.
De fuera de
Paúles me quedaría con la amistad con Porfi Fisac en Tizona Burgos, y que
actualmente entrena al Zaragoza en ACB. También Howard Wood era una persona
entrañable, espectacular.
- ¿Y si hablamos de entrenadores?
Por
supuesto, los entrenadores que tuve en Paúles. Txus Intxausti es una persona
sencilla, buen amigo. De Pedro
está todo dicho, solo cabe gratitud hacia él. Y Luisfer
también es una persona cercana, muy accesible.
De los
entrenadores que tuve fuera de Paúles me quedaría con dos, el vitoriano Iñaki
Iriarte y el asturiano Ricardo Hevia. Dos entrenadores pasionales, intensos,
muy intensos, y poseen la gran virtud que todos los jugadores que pasan por sus
manos consiguen mejorar sus prestaciones, y hacerles siempre mucho mejores
jugadores.
22. Cada vez que te acercas a
Barakaldo siempre te vemos en el pabellón, viendo entrenamientos o partidos.
No me supone
ningún esfuerzo, me encanta volver a rememorar recuerdos imborrables, notar que
está garantizada la continuidad del club con personas que se merecen todo el
respeto por su implicación y dedicación.
Me gusta también mucho que el club se
siga preocupando de fomentar la formación de sus técnicos con clínics de gran
nivel, a mí es una actividad que siempre me ha parecido muy necesaria, y os animo
a seguir en esa línea.
- ¿Sigues la actualidad del club?
¿Cómo lo ves en la actualidad?
Claro,
claro. Siempre que puedo entro en la web del club y veo que se trabaja con
seriedad y dedicación. Me parece muy meritorio que tantas personas estén implicadas
en que no se pierda el espíritu del club, a base de sacrificar muchas horas de
su vida personal consiguen que siga siendo un club respetado en la provincia.
Quiero dar la enhorabuena
a todas esas personas por su labor admirable a favor del
club.
- Si tuvieras que dar una charla a
los jóvenes jugadores de Paúles, ¿qué consejo les darías?
No soy de
dar muchos consejos, pero sí les diría que se diviertan al máximo haciendo
baloncesto, cosa que por ejemplo el otro día pude comprobar viendo un partido
de cadetes del club. Me encantó la actitud del equipo, y vi jugadores con una
proyección tremenda, con mucho talento y ganas de hacer las cosas bien.
También es
importante que no descuiden su formación académica. Pueden compaginar ambas
actividades, y yo creo que hoy en día los entrenadores del club inciden en este
tema.
Para acabar,
me gustaría felicitar a toda la familia al completo del actual C.B. Paúles por
los actos conmemorativos de su 50 aniversario.